Congelar el cordón umbilical: ¿cómo? ¿dónde?

Durante mi embarazo, una de las cosas que investigué fue la donación de la sangre de cordón umbilical. Me parecía una opción muy interesante a la que no quería que Vera renunciara. El problema es que hay mucho ruido en este tema, mucha publicidad interesada y hasta me atrevería a decir que demasiadas medias verdades. Así que voy a intentar poner un poco de luz en este tema y responder al menos a las dudas que yo tuve en su día.

Al banco público o al privado?

Si googleáis "congelar cordón umbilical" os aparecerán una ristra de empresas privadas que te invitan a que congeles el cordón de tu bebé en su banco, prometiéndote que éste le protegerá contra múltiples enfermedades futuras. Por aproximadamente 1.800 €, te mandan el kit y te conservan la sangre del cordón de tu hijo durante unos 25 años. Las condiciones varían de una empresa a otra, pero poco. Más o menos, ese suele ser el precio.

Estos bancos privados suelen hacer mucho hincapié en que ellos guardarán el cordón de tu hijo y no otro, y que éste estará siempre disponible para él. Es decir, que no se lo darán a nadie más. Esto, sin embargo, no pasa si decides almacenar el cordón umbilical (se dice el cordón pero en realidad no es el cordón, sino las células madre presentes en su sangre) en un banco público. Y esto es así porque en España la legislación es solidaria, con lo cual, al almacenar la sangre del cordón de tu hijo, ésta entrará en un registro de donantes (REDMO, Registros de Donantes Voluntarios de Médula Ósea) y quedará disponible para cualquier persona del mundo que la necesite y sea compatible para recibirla.

Esto quiere decir, y así se encargan de resaltarlo las empresas privadas, que podría darse el caso de que tu hijo necesitase un trasplante de células de cordón umbilical, y si tú decidiste en su día almacenar el suyo en el banco público, éste no esté disponible para él porque ya se lo hayan dado a otra persona. Esto, dicho así, puede parecer una desventaja, pero si te pones a investigarlo, no lo es. Y a continuación os cuento por qué.

Si os metéis a la web de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), tenéis un apartado donde lo explican todo bastante bien. Resulta que, de todos los casos de trasplantes de cordón que ha habido en la historia (entre 8.000 y 9.000) solo tres de ellos han sido autólogos, es decir, que fueron para el niño del que procedía el cordón umbilical.  Son datos mundiales, no sólo españoles. Y esto es así porque la mayoría de enfermedades que requerirían de un trasplante con células madre de cordón serían enfermedades de origen genético, con lo cual, no serviría el propio cordón del niño, porque también tendría esa misma información genética "defectuosa", por decirlo de algún modo. De hecho, tu bebé tendría muchas más posibilidades de que le sirviera el cordón de un desconocido que el suyo propio.

Si queréis entender esto mejor, os recomiendo mucho que leáis este reportaje que hizo sobre el tema mi compañera y excelente periodista Cristina G. Lucio, y que a mí fue lo que me hizo decidirme definitivamente por conservar la sangre de mi hija en el banco público. En este texto, expertos de primer nivel como Rafael Matesanz, antiguo director de la ONT, hablan de que es "muy dudoso" que conservar la sangre de cordón umbilical para uno mismo tenga "alguna utilidad médica", y que las eventuales posibilidades futuras de curación que se empeñan en resaltar las empresas están aún en "fases tempranas" de investigación y no han llegado a resultados concluyentes.

Yo lo ví claro. España no es líder mundial en trasplantes por casualidad, y si se ha decidido aplicar este sistema, creo que es porque es el más beneficioso.  Por no hablar de que una entidad pública, que se entiende que va a permanecer en el tiempo, me da mucha más confianza que una empresa privada. ¿Qué pasa con tu cordón si la empresa en la que decidiste almacenarlo cierra? Además, pienso que cuanto más fuerte y más muestras tenga el banco público más posibilidades habrá que cualquiera de nosotros o de nuestros hijos encuentre un donante. Es mi opinión.

Si buscáis información en las webs de las empresas privadas, veréis que muchas anuncian que almacenan sus cordones fuera de España. Esto es porque, por la legislación solidaria de la que os hablaba antes, al almacenarlo dentro de nuestro país estarían obligados a compartir datos, y si alguien necesitase un cordón, tendrían que cederlo. En otros países del extranjero no es así. Pero como ya he explicado, tu propio cordón no es interesante.

En cualquier caso, si vuestra decisión es almacenar el cordón de vuestro bebé en un banco privado, no os preocupéis, porque vuestro hijo seguiría teniendo acceso a las células del banco público en el caso de necesitarlas. Esto también es así aunque no hayas preservado el cordón de tu hijo en ningún sitio, ni en el banco público ni en el privado.

¿Qué hay que hacer para donarlo?

Una vez aclarado esto, voy a intentar explicar cómo es el proceso para donar la sangre del cordón, que es bastante sencillo pero requiere de unos pasos que hay que tener claros. Antes de nada, aclaro que lo que yo os voy a decir no sustituye nada de lo que os pueda decir un profesional, y que si tenéis dudas, le preguntéis a vuestro médico, aunque no todos saben con exactitud cómo es el proceso. Yo lo que hice fue acercarme al Centro de Hemodonación de mi ciudad a pedir información, y lo que me dieron fue básicamente un formulario que tenía que rellenar y llevar cubierto el día de mi parto (lo adjuntaría aquí pero varía según la Comunidad Autónoma, así que tendréis que buscar el vuestro o pedirlo en vuestro centro).

Y nada, rellenas el formulario, que te hace preguntas sobre cómo estás llevando tu embarazo y sobre tu historial médico, y eso es lo único que tienes que hacer hasta el día que nazca tu bebé. No tienes que avisar en tu hospital de tu intención de preservar el cordón ni nada. Y luego, el día del parto, una vez que ya ha salido el niño, lo que hacen es realizar una punción en el cordón umbilical cuando la placenta está aún en el útero, y además a la madre le hacen un análisis de sangre en el momento del parto y al recién nacido un examen clínico.

¿Interfiere con el piel con piel?

Yo me informé mucho sobre esto porque resulta que yo tenía una obsesión con el piel con piel. Para mí, era irrenunciable y no quería que ese supuesto examen clínico que le iban a hacer a mi hija nada más nacer interfiriera de alguna manera en ello, pero en el teléfono de información que me dieron y al que llamé me aseguraron que no sería así. Luego, en realidad, como sabréis quienes hayáis leído mi artículo sobre mi parto, no tuve piel con piel ninguno, así que, tanta preocupación para nada. Es más, tampoco llegué a donar el cordón, porque mi parto acabó siendo una cesárea de urgencia y yo tenía en aquel momento tal enajenación mental que se me olvidó por completo avisar de que quería congelar el cordón. Ni se me pasó por la cabeza, vamos. Pero aún así, la información la tengo, así que os la cuento.

Incompatible con el pinzamiento tardío

Otra cosa a tener en cuenta y que quizás os interese a algunos es que, por el momento, la donación de sangre del cordón es incompatible con el clampaje tardío.  Para quien no sepa en qué consiste esta técnica, también llamada pinzamiento tardío del cordón umbilical, significa que se espera entre uno y tres minutos para cortar el cordón umbilical del bebé. Los datos más recientes han demostrado que esperar este tiempo (normalmente se corta nada más sale el bebé) aumenta el flujo sanguíneo entre la placenta y el recién nacido, lo que reduce el riesgo de padecer anemias en el futuro. Tenéis más información sobre la técnica aquí, aunque también podéis comentarla con vuestro ginecólogo y/o matrona.

Yo estuve reflexionando mucho sobre qué prefería, si donar la sangre del cordón o realizar el clampaje tardío, porque esto último era algo que me interesaba mucho (y al final ni una cosa ni otra, mira tú qué bien). Finalmente llegué a la conclusión (no tienes que decidirlo con antelación) de que si mi parto era un parto vaginal normal, en el que no se utilizaran ni fórceps ni ventosa, haría clampaje tardío en lugar de donar la sangre, y que si me tocaba ir a cesárea (cosa que en mi cabeza era una posibilidad remotísima), optaría por donar la sangre del cordón. Esto es así porque, en términos generales, la mayoría de hospitales no hacen clampaje tardío cuando se usan fórceps o ventosa, ni tampoco cuando hay una cesárea. Aunque esto puede variar de un hospital a otro, así que informaos de cómo es en vuestro centro, si es que estáis interesados.

En fin, pues hasta aquí mi investigación, espero que os haya sido útil. Lo he escrito porque, la verdad sea dicha, creo que es muy difícil encontrar información objetiva sobre esto en Internet, ya que es un tema lleno de publicidad encubierta por parte de influencers, donde además el lenguaje es muy confuso y juega, como pasa muchas veces en estos casos, con la preocupación evidente que los padres tenemos por la salud de nuestros hijos.

Sin más, hasta aquí por hoy. Un abrazo,

Clara.

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Comentarios

  1. Muy buen post Clara, me encanta y creo que es muy útil para gente que está dudosa en el tema. En general recomendaría informar a la matrona al inicio del parto si se quiere donar el cordón o clampaje tardío para asegurarnos que se cumplen nuestros deseos y no ocurra lo que a ti. En caso de donación hay que llevar la documentación firmada y creo que tiene que estar en tu posesión 3 días antes de tomar la decisión, no puedes pedir la documentación y firmarla el mismo día del parto (por lo menos esto era así hasta hace 3 años )

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