Los mejores cuentos feministas

¡Hola a todos!

¿Cómo estáis?

A mí, la verdad, se me hace súperrraro escribir aquí como si nada, como si el mundo no pareciera estar apunto de desmoronarse -si no lo está haciendo ya- de un momento a otro. Parece casi frívolo ponerse aquí a hablar de cuentos, de feminismo, de algo que no sea pedir ayudar para la gente que tan mal lo está pasando, o mejor aún, que simplemente desaparecieran los imbéciles del mundo. Qué sencillo sería todo entonces, ¿no?

Pero el caso es que si habéis pinchado aquí es porque esto os interesa, y la verdad es que a mí me hace muy feliz publicar, un año más, mi lista de cuentos feministas favoritos, y así de paso desconectar un poco. Creo que es bastante obvio que soy feminista y que, obviamente, estoy educando a mis hijas en el feminismo. Tampoco creo que esto sea nada reseñable, la verdad: no entiendo otra forma de educar a tus hijos en el año 2022 que no sea en el feminismo -ni en el ecologismo, ni en el antirracismo-, pero bueno. Vamos, que en realidad no debería tener nada de especial declararse feminista, debería ser como obvio, pero como sabemos, queda mucho por hacer, qué os voy a contar. 

También aclarar - aunque no creo que sea tampoco especialmente necesario, pero es que hay personas que cuando leen la palabra fe-mi-nis-mo, por razones que desconozco, le entran los siete males- que no estoy todo el día dándole a mis hijas la turra con el feminismo y que cuando les leo este tipo de cuentos no busco adoctrinarlas ni nada por el estilo, al igual que no estoy dándoles todo el día la turra con que cuidemos el planeta aunque tengan bastantes cuentos que hablen sobre el  tema. Yo, como he dicho muchas veces, le leo cuentos a Vera - y ahora también a mi pequeña- desde que es un bebé porque a ella y a mí nos encanta leer juntas. Y luego ya, evidentemente, y especialmente conforme un niño va cumpliendo años, no todos los cuentos van a ser de arbolitos y pajaritos. El mundo para ellos se va haciendo cada vez más complejo y hay más conceptos que entran en su universo, y por supuesto que hay ciertos mensajes que quiero que calen en ellas. Claro que quiero que mis hijas interioricen que ellas tienen los mismos derechos que cualquier otro ser humano. Claro que quiero que sean conscientes de que las cosas que no nos gustan no se cambian solas, sino que es en nosotros donde tiene que empezar ese cambio, y que hubo muchas personas antes que nosotros -mujeres, en este caso- que sacrificaron muchas cosas para que nosotras podamos tener lo que tenemos ahora. Todos estos mensajes pueden parecer, y lo son, complejos para una niña de 4 años -y obviamente para un bebé- pero yo es que en realidad pienso que con los niños se puede hablar de absolutamente todo (también de la guerra). Solo tienes que adaptar tu mensaje. Y los cuentos, que sirven para todo, también sirven para esto.

Y nada, sin más dilación paso a enseñaros mi lista de cuentos favoritos. En realidad, son todos los que están pero no están todos los que son, porque afortunadamente este tema se está poniendo de moda y cada vez hay más títulos sobre esta temática (aunque he de reconocer que los títulos del tipo "Las niñas también pueden X" me repelen automáticamente, lo siento. Pero bueno, no quiero ahondar mucho en eso ahora aunque en realidad podría estar escribiendo horas sobre ello). Recalcar también es que es muy importante que este tipo de cuentos, como la educación feminista en general, no se dirija solo a las niñas, sino a niñas y niños. De nada sirve tener una generación de niñas empoderadas y conscientes de sus derechos si eso no va acompañado de una generación de niños que asume, defiende y cree también en todo ello. 

Y ahora sí que sí, aquí va la lista:

 - Teresa la Princesa: un cuento ideal para bebés a partir de un añito, porque es muy cantable (aquí tenéis a una servidora entonándolo), y esto es algo que siempre les encanta a los niños pequeños, y porque bueno, aquí el feminismo es bastante suave, la verdad, y no se trata como un tema directo, sino simplemente es algo que tú infieres de la historia -que esto es algo de lo que yo también soy muy fan-. Teresa es una niña muy guay: es independiente, es decidida, resolutiva y valiente, y no necesita a ningún príncipe que la salve. Además, es una niña negra, que esto también me gusta mucho, porque ya he dicho alguna vez que intento que en la biblioteca de Vera no haya solo personajes blancos. La representación es importante, muy importante. 


-Guapa. Esta ha sido una de mis últimas adquisiciones para Vera. Es un cuento que me encanta -ha ganado varios premios- y que es cortito y sencillo. Habla de una bruja que ha quedado con un Ogro y, por el camino, un montón de gente con la que se va encontrando le dice que tiene que cambiarse esto y aquello para estar más guapa. Cuando llega a ver al Ogro, efectivamente, está más "guapa" en lo que a cánones de belleza universales se refiere, pero el Ogro no la reconoce, porque ha dejado de ser ella misma. La Bruja aprende que le ser gusta como ella es y, que si a los demás no les parece bien, pues que miren para otro lado. Creo que es un mensaje imprescindible para las niñas de hoy en día. Que, por cierto, este cuento tiene como una segunda parte, "Magia", que sacamos hace poco de la biblioteca y también está muy bien. 

-Little feminist: este pack de mini cuentos fue amor a primera vista desde el momento en que lo vi. Y aunque pueda parecer raro -digo raro porque son cuentos en inglés- , se los leí muchísimo a Vera cuando era un bebé de poco más de un año. Le gustaban mucho, porque además yo casi para cada una de las históricas mujeres que aparecen en los 4 minilibros me inventé como un movimiento o un eslogan, y a ella les encantaban, y muchos los repetía e imitaba. Ay, qué graciosa era. La verdad sea dicha que ahora no les hace mucho caso, pero en su momento fueron top. A mí son unos cuentos que me gustan mucho porque sacan a mujeres referentes en distintos sectores, y con una frase muy básica consiguen resumir su trayectoria de una forma muy asimilable para los niños. 


-Colección pequeña y grande. Cuentos de este tipo se han puesto muy de moda últimamente, y esto me encanta. La verdad es que cuando yo era pequeña -bueno, y esto sigue ocurriendo, aunque quiero pensar que cada vez menos- a las niñas se nos daban muy pocos referentes. Cuando se hablaba de científicos, de escritores, de artistas, de descubridores en el colegio, casi nunca se mencionaba a mujeres... hoy día con estos cuentos las niñas -y los niños- empiezan a conocer y a inspirarse por tantas y tantas mujeres que hicieron cosas increíbles y que tienen tanto que enseñarnos a niños y adultos, porque yo con estos libros también aprendo un montón. 


-El Dragón Zog: una vez más, os traigo un cuento de mi amado tándem Julia Donaldson & Axel Scheffler, del que tantas veces os he hablado. Esta vez, se trata de una historia divertida y bonita, como todas las que hacen, de una princesa que no quiere que la rescaten, ni ser propiedad de nadie, sino que quiere ser médico y viajar curando a gente. Mola mucho y en breve lo pillaré -comprado o de la biblio, eso aún no sé- para casa. Que, por cierto, el cuento tiene una segunda parte: El Dragón Zog y los doctores voladores (y que a su vez tiene su versión en cortometraje en Filmin, por si os interesa). 


-Rosa caramelo: un cuento imprescindible si tenéis hijas. Si tenéis hijos también, pero si tenéis niñas, este cuento es esencial. Al menos, así lo veo yo. Yo lo tenía comprado desde hace meses y el otro día se lo di a Vera, y la verdad es que aunque pienso que no lo entiende al 100%, le ha gustado y creo que más o menos se va quedando con la idea de lo que quiere transmitir. Este cuento, un clásico de la literatura infantil de nuestros días, firmado por una autora que escribió varios cuentos feministas, nos enseña que ser delicadas y preciosas está bien si eso es lo que tú quieres, pero no si estás obligada a serlo simplemente porque eres niña. Nos dice, además, y ya sabéis quienes me leéis que esto me parece súperimportante, a que cuando las normas no son justas, cuando las normas nos maltratan, no sólo no tenemos que respetarlas, sino que debemos unirnos para cambiarlas. Vamos, que es un cuento obligatorio para mí. 


- El Niño que no quería ser azul. La Niña que no quería ser rosa: y de un cuento imprescindible a otro que tal baila. De hecho, no sabría decir cuál es los dos me gusta más, porque este tiene un punto poético, así como de fantasía, que me encanta. Pero bueno, que en realidad, no tengo que elegir, porque que voy a comprar este y el anterior cuando les llegue el momento lo saben aquí y en China. ¿Y cuál sería su momento? Pues no sabría decir exactamente, porque habla de niños que "se gustan", que es algo que ahora mismo diría que Vera no entiende -aunque nunca se sabe, porque a veces me viene con cada cosa que no sé de dónde las saca- y no tengo absolutamente ninguna intención de explicarle. Además, también juega un poco con el lenguaje figurado, que es algo que a una mente de 4 años le cuesta, así que yo diría que una buena edad para leerlo podrían ser los 5-6-7 años. Pero bueno, que es un cuento genial, sobre un niño y una niña que son como ellos quieren ser, que no se preocupan ni falta que les hace por los prejuicios de los adultos y que, al final, son felices porque son fieles a sí mismos. Otro cuento 10 y que acabará en nuestra biblioteca particular con total seguridad. 


-Sofía Valdez, presidenta tal vez. Este cuento, de la misma colección que la famosa Ada, Magnífica Científica o Rosa Pionera Ingeniera -títulos ambos dos que me encantan, el primero tengo comprado y guardado para dárselo a Vera en algún momento-, no habla de feminismo en sí, sino de una niña que parte la pana, que es algo que siempre está bien. Una niña que ve un problema en su ciudad y toma la iniciativa para intentar cambiarlo, y al final, aunque todos le decían que no iba a ser posible, lo consigue. Me encanta este cuento y he estado a puntito de comprárselo este año a Vera, pero me da que voy a esperar otro añito, porque creo que va a entenderlo mejor. 


-Yo voy conmigo. El concepto de este cuento es parecido al de "Guapa", pero un poco más elaborado, y para niños más mayores. Yo diría que a partir de 6 años o así, cuando ya sepan más o menos de qué va eso de que "te guste" alguien. El caso es que a la protagonista de este cuento, una niña llena de vida y muy peculiar, de esas que algunos calificarían de "rara" pero que, en realidad, mola muchísimo, le gusta un niño. Pero el niño no se fija en ella. Así que otros niños empiezan a decirle cosas que puede hacer para que Martín se percate de su existencia. Pero todas esas cosas hacen que deje de ser ella misma. Así, se quita sus coletas, deja de cantar las canciones que siempre cantaba, se despide de los pájaros que siempre iban con ella a todas partes.... y al final, por fin, Martín se fija en ella. Pero para cuando todo eso pasa, ni ella misma se reconoce. Ha sacrificado tanto por el niño que ya no sabe ni quién es, y eso no le gusta. Así que decide que no, que a ella le gusta como es, y vuelve a ponerse todo lo que se había quitado por Martín, vuelve a ser ella y... a quien no le guste, pues ya ves tú. ¿Mola o no? Ya os lo digo yo: mola todo. Que, por cierto, el cuento tiene como una segunda parte, o más bien, como un cuento paralelo, que sería la versión de Martín de esta misma historia, y también es genial. En "Yo soy", Martín nos dice: "Me encantaba la niña rara, porque era libre para ser tal y como quería ser". Qué bonito, ¿verdad? Es también un cuento muy, muy chulo que introduce un poquito el concepto de masculinidad tóxica -aunque bastante sutilmente- y la presión por ser "guay" y "popular", y los dos juntos forman un binomio muy bueno. Os los recomiendo los dos un montón, de verdad. Y siempre lo digo, pero, ¡perfectos para leer en el cole! 


-Una feliz catástrofe: otro cuento de la autora de "Rosa Caramelo". Esta historia narra la vida de una familia de ratones, y de cómo el acontecimiento más inesperado hizo cambiar totalmente sus dinámicas familiares y sus roles de género. Me gusta porque cuando lo vi por primera vez me parecía que iba a ser solamente la historia de una mujer subyugada que finalmente se libera deshaciéndose del hombre, pero no: efectivamente, es una mujer sumisa e infeliz que finalmente se libera, pero entre medias, el hombre también reflexiona y cambia. Y lo más importante: se da cuenta que es feliz con ese cambio. Un cuento muy chulo pero yo diría que, para que los niños puedan entenderlo bien, deben de ser lectores más avanzados. A partir de 7 años, diría yo. 


-Arturo y Clementina. Y acabo con otro cuento de la misma autora que, ¿por favor, podemos leérselo a todos los preadolescentes del mundo? Porque, madre mía, la de reflexiones y aprendizajes que se podrían sacar de ahí. “Arturo y Clementina” es un cuento duro, porque, en realidad, es una historia de maltrato y anulación. Lo que pasa es que, evidentemente, estas palabras no aparecen, tal cual, en el cuento. Pero el mensaje está ahí, y lo explica muy bien, de una forma en la que los niños empatizan y entienden perfectamente. Como digo, es una historia dura pero con final feliz, y eso sí, para más mayores. Yo diría que a partir de 8 años. 

Y bueno, hasta aquí mi escueta pero valiosa selección. La verdad es que todos los cuentos que os he puesto son, realmente lo pienso, chulísimos. Y ya, sin más me despido, espero que nos leamos pronto y que os haya dado buenas ideas cuentiles. 


Un abrazo y, como siempre, gracias por leer.

Clara.

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