Cuentos para la educación emocional

¡Hola a todos! ¿Cómo estáis? Bueno, pues hoy vengo con un post de estos temáticos de cuentos, como a mí me gustan, ya sabéis. Es uno de esos que llevo mucho tiempo -probablemente, años- queriendo publicar, pero por h o por b, pues nunca tengo tiempo para sentarme a escribirlo, y hoy pues se han alineado los astros y aquí vengo. 

El tema elegido es, como bien habéis leído en el título, la educación emocional. Y bueno, aquí se podrían abrir muchos melones, principalmente el de que este tema -afortunadamente, no digo yo que no esté bien- se ha puesto muy de moda -hay mucho marketing aquí, creo yo, es como que los padres nos lanzamos como moscas a cualquier cosa que lleve las palabras “educación emocional”- y francamente, creo que, en el tema de los cuentos, en algunos casos, nos estamos pasando un poco de frenada, porque luego veo por ahí cosas tipo “Aprendo mis emociones con Teo” (me lo he inventado, esto no existe -que yo sepa-)… y son cuentos que... bueno, no son mi estilo, por decirlo suavemente. En general, no soporto los cuentos que buscan de una manera muy sutil adoctrinar o chantajear a los niños -sí, muchos lo hacen- y en los cuentos sobre emociones esto pasa más a menudo de lo que me gustaría.

Pero bueno, eso no quita, obviamente, que gracias al cielo hoy, en 2022, sabemos que la educación emocional es básica para criar una generación sana, y esto también se ve reflejado en la literatura infantil, así que hoy os traigo una lista de cuentos sobre esta temática que, lógicamente, me gustan. 





-Mi colección de caras: un cuento TOP para la etapa 1-2 años. Con un formato distinto que llama mucho la atención -redondo, lo que vendría a ser la forma de una cara-, se trata de una sucesión de expresiones faciales variadas y muy literales que vienen genial a los niños pequeños para ir haciéndose, por así decirlo, con un vocabulario emocional, básico en estas edades y en el futuro. Me encanta. Con mi hija mayor no lo conocía, pero ahora que lo he descubierto, en unos meses se lo compraré a mi peque. 


-Vamos a poner caras. Sería un concepto muy similar al anterior, y también para la misma edad, pero, esta vez, las caras son con fotografías reales de niños, que ya sabemos que esto es algo muy recomendable. Además, al final, la última página es un espejo, para que el niño "practique" todas las expresiones faciales que han salido en el cuento. Recuerdo que a mi hija mayor le encantaba. 


-Las emociones. Este es un cuento para bebés/niños pequeños, por su formato, el tipo de cuento -de cartón- aunque introduce conceptos algo más abstractos para ellos, pero que pueden comprender a través de las imágenes (explicación del adulto mediante, claro). A mí me gusta mucho y creo que a los pequeños también.


-Mi primer libro de arte: La Felicidad. Este cuento ya os lo he enseñado alguna vez, y forma parte de una colección que en casa hemos leído mucho y que es genial para a partir de los dos años. En todos sus libros, y por supuesto en este también, va mostrando obras de arte -no solo pinturas, también esculturas- en las que el hilo conductor es la felicidad y sus complejidades. 


-El Monstruo de colores. Creo que si se me ocurre hacer un post de cuentos sobre educación emocional y literatura infantil y no menciono este libro, me detienen. No obstante, los que me seguís desde hace tiempo quizás me hayáis escuchado decir alguna vez que, aunque sé que es un buen libro, tampoco es que sea yo muy muy fan de él. Aún así, qué decir de él que no sepáis ya: aunque no esté en mi lista de favoritos, creo que es evidente que, para la franja de edad de uno, dos y hasta tres años es un cuento que funciona muy muy bien. De hecho, se trabaja mucho en las aulas de educación infantil.


-Estar ahí. Este cuento salió hace relativamente poco y me gusta mucho. Para mí, se puede leer a partir de los dos años (el formato invita a ello, es de páginas de cartón) aunque quizás a esa edad los niños todavía no lo iban a entender en su totalidad. Aunque yo siempre digo que no pasa nada, que aunque los niños no lo entiendan todo, o no lo entiendan exactamente, las cosas van dejando su poso poco a poco. Es un cuento muy, muy bonito, en el que se reflejan distintas situaciones en las que nos sentimos apoyados y reconfortado. Queridos, en definitiva.


-Estoy contigo. Un cuento chulísimo. Para niños pequeños pero ya un poco más grandes, a partir de dos años y medio, diría yo. Pero se puede seguir leyendo perfectamente con tres, cuatro y cinco años. Cuando los niños están enfadados/tristes/rabiosos o lo que sea, a veces, como a nosotros, no les apetece que les estén dando la brasa todo el rato con qué les pasa, o con "prueba a hacer esto, prueba a hacer lo otro". A veces simplemente la otra persona necesita saber que ahí estás, por si necesita algo. Necesita que te calles y la escuches. Sin más. Este cuento, que es muy bonito, habla de eso. 



-¿Por qué lloramos?. “A veces lloramos porque no encontramos las palabras adecuadas. Por suerte, las lágrimas hablan un idioma infinito”. Qué maravilla, ¿verdad? Si hay algo en la vida que me revienta es escuchar a un adulto diciéndole a un niño “no llores” o “si lloras no [inserte aquí el chantaje / amenaza a convenir]). A estas alturas no hace falta que diga que llorar es natural, humano, y sano, y que todo lo que no lloramos se queda ahí y hace mella, y tarde o temprano, sale. Este cuento nos habla de que llorar es normal y de que no somos extraños ni débiles por hacerlo, pero es que además lo hace de una forma preciosa. Es un cuento, sobra decirlo, maravilloso para leer en el aula. 

-Estoy muy...: Este es un cuento que llevaba mucho tiempo esperando que se tradujera -es la segunda parte de este libro sobre el colegio del que ya os he hablado varias veces, porque me encanta- y que por fin está disponible en castellano. Enseña a los niños todo un rango de sentimientos y emociones y cómo estos pueden entrar en juego a la hora de resolver conflictos con los amigos o situaciones cotidianas. Es un cuento que me gusta mucho, la verdad, y además sus autoras además siempre se decantan por poner en valor en sus ilustraciones la diversidad, y esto es algo que agradezco mucho cuando le busco cuentos a mis hijas. 


-La preocupación de Lucía: este cuento me encanta, y lo veo de lo más necesario y útil para a partir de los 4 años. La verdad es que, echando un vistazo a los cuentos que firma este autor, todos siguen una línea muy parecida, y los recomendaría casi todos. Los niños pueden angustiarse mucho con cosas triviales y no tan triviales, y este cuento les puede ayudar a entender, primero, que preocuparse por algo es una cosa normal que absolutamente a todos nos pasa, y segundo, que no debes regalarle a esa preocupación el control de tu vida. 


-Totalmente Adrián: este cuento… pufff, me vuelve loca. Ya os lo he enseñado por IG y con cierta frecuencia vuelvo a repostearlo, porque de verdad, me parece una maravilla. Adrián es un niño distinto, diferente, y esa diferencia, que es genial -¡tiene alas! ¿quién no querría tenerlas?- en lugar de hacerle feliz, le amarga la existencia. Al final, se da cuenta de que no merece la pena vivir escondiendo quién eres, y que además, mucho más a menudo de lo que tú piensas, hay más personas a tu alrededor que son exactamente igual que tú. Para mí, es una metáfora preciosa de lo que puede sentir un niño LGTBI antes y después de salir del armario, pero esa es mi interpretación de la historia, que puede ser esa o mil cosas más. Pero, en definitiva, es un cuento para transmitir a los niños el valor y la belleza de ser nosotros mismos y la confianza de que seremos aceptados tal y como somos. 


-El Río: y tercer libro consecutivo del mismo autor -Tom Percival- que aparece en este post, ya os aviso que es un autor al que tenéis que tener fichado, porque todavía no he leído una historia suya que no me haya gustado. Este libro enseña algo obvio, pero que a veces a los niños les cuesta comprender, y que, de hecho, cuando se lo cuentas, puede ser para ellos una gran liberación: los sentimientos y los estados de ánimo son cambiantes. No se puede estar siempre contento, no pasa nada, y eso está bien. Este libro -que ganó el premio al "Libro del año" otorgado por el gremio de Librerías de Madrid, es muy pero que muy bonito.


-El abecé de las emociones. Este tipo de libros informativos (así como "enciclopédicos) a veces están muy bien y a veces ni fu ni fa. Pero si hay una editorial que es la reina en este género, esa es Usborne. En este libro se repasan las mil situaciones que pueden enfadarte, angustiarte, hacerte feliz, infeliz... de una forma amena y muy cercana a los niños. A partir de 4 años, diría yo. 


-The feelings book: un cuento que sigue la línea inconfundible de Todd Parr, un autor del que ya os he enseñado cuentos en otras ovaciones, y un libro que, desgraciadamente, no está disponible en español, cosa que escapa a mi comprensión, porque verdaderamente es fantástico. Si vuestros peques saben inglés, pues a partir de 2 años es ideal, si no, pues habrá que esperar, depende del nivel que tengan (y si vosotros sabéis pues se lo traducís vosotros y ya está). 


-Lo que de verdad me gusta. "Esta mañana, Archibaldo ha perdido el partido. Ha ganado Susana. Al día siguiente, y los siguientes días, Archibaldo se ha esmerado a fondo. Pero las cosas no han mejorado. mucho. Un miércoles, Archibaldo se sentía tan pequeño... << No sirvo para nada >>, ha dicho. Entonces, mamá lo ha llevado a dar un paseo". Guau. Qué comienzo, ¿verdad?. Este cuento forma parte de una colección - la colección de Archibaldo, como yo la llamo - de la que ya os he hablado alguna vez, porque compré uno de sus libros por el día de la madre y que es preciosa. Como pasa con los cuentos que firma Tom Percival, absolutamente todos los libros que he leído de esta serie -no los he leído todos, cierto es- me han gustado. Todos tienen, además, ese precioso hilo conductor del amor familiar, la comprensión, el apego, la mirada infantil. Son preciosos. Y en relación a la educación emocional, recomiendo muchísimo también la última publicación de esta colección, La Plantita, en el que se intenta explicar a los niños por qué los padres ponemos normas/límites para ellos. 


-Un refugio para la tristeza. Este cuento es una maravilla. Es pura filosofía y poesía para niños. Aunque quizá por eso, sea para niños más grandes. A partir de 5 o 6 años, diría yo (aunque yo siempre soy partidaria de, si pensamos que al niño le va a gustar o the viene "bien" leérselo por lo que sea, se lo leamos antes, que aunque no lo entienda en su totalidad, algo se le queda, y a veces las historias que le intrigan a los niños son precisamente las que más les fascinan). Este libro muestra cómo hay que aceptar que, sencillamente, la tristeza es una parte más de nuestro espectro emocional, y hay que aceptarla y abrazarla. Sin dejar que te domine, por supuesto, pero sin tenerle miedo, tampoco.



-Vacío: de la misma autora que El Monstruo de Colores, la verdad es que esta autora parece haberse especializado en cuentos de esta línea, porque tiene varios del estilo. "Vacío" habla de una niña que, un día, se encuentra, literalmente, un vacío, un agujero en su interior, y narra el viaje personal y emocional que hace para llenarlo, y todas las cosas que descubre por el camino. Una historia muy bonita sobre resiliencia, aunque para más mayores. Yo diría que al menos a partir de seis años. 

Y bueno, pues hasta aquí mi selección. Este es un post que creo que podría estar actualizando casi semanalmente, porque, por suerte o por desgracia, prácticamente cada día me topo con nuevos cuentos que me gustan. Pero, por ahora, esta es la lista. ¡Espero que os haya gustado y os sea útil!

Sin más, un abrazo.

Clara.



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Comentarios

  1. ¡Un cuento encantador! Tener a nuestra disposición estas alternativas de entrenamiento, ocio y juegos es muy positivo para el correcto desarrollo de nuestros pequeños. Tenemos que estimularlos lo máximo posible para que comprendan su entorno a la perfección.

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